MEDIDA DE LA DGA PREMIA SOBREOTORGAMIENTO DE DERECHOS DE LA SEGUNDA SECCIÓN DE ACONCAGUA

Históricamente, los derechos se han otorgado bajo una fórmula que otorga el agua necesaria para regar hectáreas: siempre bajo la lógica de que 1,2 l/s era suficiente para regar una hectárea. Sin embargo, la Segunda sección constituyó sus derechos bajo una fórmula alternativa, basada en la cabida nominal de los canales. Con esto, ensanchando los canales, logró inscribir derechos: que no se ajustan a la disponibilidad real del recurso: inscribieron 39,4 metros cúbicos por segundo, el 2013, cuando ya estábamos en sequía. Para que se hagan una idea, la Primera sección tiene acciones por 25,4 metros cúbicos, y la tercera por 22,9 metros cúbicos. Si el río estaba agotado ¿cómo era posible inscribir derechos por un 55% más de agua que la primera sección? ¿Los esteros y afloramientos eran suficientes para inscribir tamaña cantidad de derechos? Claramente no. Y, que, no se ajustan a la superficie que servían: en 1996 la segunda sección regaba 14.000 hectáreas, de las cuáles 9.000 eran regadas con aguas superficiales. Resulta, sin embargo, que los 39,4 metros cúbicos, bajo la lógica de 1,2l/s por hectárea, sirven para regar 35.800 ha, superficie que está lejísimo de la realidad actual. Si consideramos la realidad de las superficies actualmente regadas, los derechos de la primera y tercera sección otorgan entre 1,1 y 1,3 l/s/ha., mientras los de la segunda otorgan 2,8 l/s/ha. Es decir, MÁS DEL DOBLE.