COMUNIDADES DE AGUA PIDEN ACELERAR OBRAS PARA PALIAR SEQUÍA EN LA CUENCA ACONCAGUA

  • Un 70% promedio de los regantes son pequeños, con menos de 5 hectáreas y pertenecientes a la agricultura familiar campesina.

 

La semana pasada los ministros de Obras Públicas, Agricultura, Trabajo y Vivienda visitaron las obras de tuberías reversibles de Esval que, de acuerdo a lo informado por la sanitaria, permitirán el llenado del embalse Los Aromos, garantizando así el abastecimiento de agua potable para Viña del Mar, Valparaíso y el litoral norte de la región.

La noticia dio un respiro a los regantes de la primera y segunda sección de la cuenca del Aconcagua, quienes desde octubre de 2019 han debido cerrar las compuertas de sus canales de riego durante gran parte de los fines de semana, para ayudar a llenar el embalse Los Aromos. En total, los regantes de la cuenca han entregado más de 45 millones de m3 del recurso, afectando con ello sus cosechas, ya fuertemente menoscabadas por la sequía permanente del valle.

Para toda la agricultura familiar campesina les significa un tremendo consuelo, ya que por años han tenido que secar sus hectáreas de riego -hacer las pérdidas de su fuente laboral-  para hacer llegar agua río abajo. Lo que ya no tendría que hacerse. El río Aconcagua lo componen 4 secciones, de cordillera a mar, las que enfrentan realidades diversas, pero todas ellas, al igual que el resto de la zona central del país sufren de una sequía extrema durante más de 10 años y este 2021 es de las peores de la historia, similar o más grave que la de 1968, con un déficit de precipitaciones de un 75 % y de nieve de un 87,61 %, lo que irá aumentando, debido a que las temperaturas sólo suben y no bajan.

“Es una muy buena noticia que Esval realice las inversiones para cumplir con su responsabilidad de abastecer de agua a la población. Pero la región no es solo Viña y Valparaíso, para los usuarios aguas arriba la falta de agua no es una amenaza futura, es una realidad que vivimos día a día, y por más de 10 años, y para la cual el Gobierno no ha dado solución, pese a los acuerdos adoptados por la Mesa Aconcagua”.

La Mesa Aconcagua es una instancia que desde hace tres años reúne a las cuatro juntas de vigilancia de la cuenca, así como a autoridades del Ministerio de Obras Públicas y la Comisión Nacional de Riego, entre otras.  En ella se consensuó un Plan de Obras Hidráulicas que incluye embalses de tamaño que se pueden construir en tres años, el que fue entregado en junio de 2020 al Gobierno, encontrándose a la fecha sin ningún avance.

“Hoy, el Aconcagua ha disminuido su caudal a un tercio de éste”, los agricultores han debido reducir entre un 30% a un 40%  sus hectáreas para cosechar. Acá no solamente está en peligro el consumo humano, también la agricultura y más específicamente, la agricultura familiar campesina, que se abastece exclusivamente de las aguas superficiales, y que ha demostrado ser esencial para la seguridad alimentaria del país en esta pandemia”.

“Esperamos que ESVAL, como sanitaria importante del país, siga cumpliendo con la inversión de su plan de concesión con las obras actuales y que avance en su planta desalinizadora; en el tratamiento de aguas residuales, porque esta cuenca requiere de nuevas fuentes de agua. Nos alegramos por Valparaíso y Viña, pero pedimos ser considerados y que no nos  conviertan en zona de sacrificio”

Si no se avanza en otras medidas y obras: más de fondo; estructurales y eficientes, se coloca en riesgo toda la seguridad hídrica del resto de la Región de Valparaíso.