TENEMOS MENOS AGUA
Hay soluciones en la costa y bajo tierra
La cuenca del Aconcagua tiene una mayor demanda que oferta de agua, es decir, tenemos mayor consumo -por el aumento de la población; actividades productivas- que cantidad de caudal en el río, por lo tanto, hemos enfrentado una sequía creciente durante estos 13 años. El caudal ha bajado en un 51% promedio y el déficit de precipitaciones y nieve es histórico.
¿Dónde están las soluciones innovadoras? En la costa y bajo tierra. Es urgente generar nuevas fuentes: implementar el reúso de aguas tratadas, que son metros cúbicos permanentes y constantes, los que servirían para recuperar el equilibrio del río Aconcagua y darle sostenibilidad. Por otro lado, las aguas subterráneas, que es el gran acuífero de esta cuenca, debemos dimensionarlas y gestionarlas. Ya que hoy, erróneamente, sólo se mira el agua de la cordillera, la superficial, como la única fuente de agua de este río, siendo que no es la más abundante de la cuenca, ni menos ilimitada.
Si queremos lograr una demanda sustentable, hay que identificar y considerar toda la disponibilidad hídrica existente, es decir, sobre y bajo tierra, además de la que va al mar.
No perdamos ni una gota
Administrar la escasez
El agua de la cuenca del Aconcagua corre de cordillera a mar, haciendo uso de ésta, distintamente, las actividades productivas y el consumo humano… que hay en toda su extensión. El problema es que hay escasez hídrica hace más una década y no nos hemos adaptado a ello. Esta cuenca no cuenta con obras hidráulicas que ayuden a almacenar cuando hay fluctuaciones del río o deshielos; o para evitar pérdidas y mejorar la conducción para que llegue a los diferentes territorios. Es urgente mejorar la gestión del recurso, con la construcción de infraestructura para lograr una operación más eficaz de los sistemas. Si queremos avanzar hacia una demanda sustentable, hay que administrar la escasez con “eficiencia”, es decir, hacer y producir, pero con menos agua, para lograr la seguridad hídrica y asegurar el futuro de toda la región de Valparaíso.
No perdamos ni una gota