El VALLE DE ACONCAGUA SE SECA

*El volumen de agua disponible es, en promedio, la mitad de años anteriores, pudiendo satisfacer menos del 60% de las superficies de riego, perdiendo gran parte del área productiva, con un gran costo social para los pequeños productores agrícolas de las provincias de Los Andes y San Felipe.

25 de febrero de 2020.  En medio de la sequía más grave de la historia, luego de más de una década de escasez, las provincias de Los Andes y San Felipe están perdiendo sus cultivos, animales y fuente de trabajo. Así lo señalan los pequeños productores agrícolas del Valle de Aconcagua.

Este valle, que se caracteriza por sus uvas de mesa, duraznos y nogales, está sacrificando más del 40% de éstos, donde gran parte de las hectáreas ya no cuentan con agua: “estamos perdiendo años de inversión y nuestro trabajo”.

Varios de los productos del Valle son de exportación, los que no están alcanzando la calidad mínima para ello, el calibre, haciendo que se pierdan éstos y a su vez, sus fuentes laborales: “de esto vivimos y nuestras familias”, indican sus protagonistas.

En las plantaciones que quedan sin riego, las uvas de mesa o nogales no son recuperables. La poca agua que reciben permite el riego de algunas horas a la semana, esto obliga al productor a dejar sin agua al cultivo menos viable. Además, esas pocas horas son insuficientes para alcanzar las calidades exigidas en los mercados de destino. A su vez, se ha dejado de sembrar maíz, papas y huertos, lo que afecta de mayor manera a la agricultura familiar campesina.

Los productores agrícolas de Los Andes y San Felipe se organizan para compartir la poca agua que les llega, para poder salvar, con menos de la mitad, sus plantaciones, en esta “desastrosa y difícil temporada”, como la han llamado.

Sumada a la escasez hídrica que ya sufren, deben entregar 36 horas de agua cada semana para Quillota, dejando absolutamente seco, por todo ese tiempo, el Valle del Aconcagua, asumiendo un alto costo social y económico, que nunca ha sido indemnizado por el Estado. A su vez, enfatizan que estas provincias, en los últimos 30 año, han mantenido la misma superficie de riego, demostrando absoluta responsabilidad en el uso limitado del agua. Mientras que, río abajo, han aumentado, indiscriminadamente, la superficie cultivable, agravando la sequía del río Aconcagua. Señalan que nadie se ha preocupado por lo que están viviendo y enfrentando y, además, deben escuchar, a través de los medios y redes sociales, a parlamentarios señalar que “arriba sobra agua”, les parece una burla a su esfuerzo y a su trabajo. Invitan a las autoridades a conocer su realidad y a hablar desde el conocimiento y respeto.

Los parceleros y productores agrícolas llaman a sus autoridades, a sus alcaldes y parlamentarios a representarlos, a hablar por ellos y por la quinta cordillera, que se siente desplazada al estar tan lejos de la capital de la región; olvidada y como dicen: “no quieren ser más el patio trasero” de Valparaíso y que los conviertan en “zona de sacrificio”.

 

 

 

 

PARA ENFRENTAR SEQUÍA: “SE NECESITAN OBRAS DE CONDUCCIÓN Y ACUMULACIÓN DE AGUA”

En entrevista para diario El Andino, el Presidente de la Primera Sección del río Aconcagua critica la falta de voluntad para ejecutar las obras necesarias para enfrentar la sequía.

Como una situación bastante compleja calificó el presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del río Aconcagua, Javier Crasemann, los efectos que está generando la sequía en las provincias de Los Andes y San Felipe, ya que junto con verse perjudicados los crianceros, campesinos y el sector agrícola, también está sufriendo sus consecuencias la comunidad, particularmente de los sectores rurales.

En tal sentido, criticó la falta de voluntad política por ejecutar las obras necesarias que permitan enfrentar el actual escenario, siendo la principal y que se ha venido anunciando por varias décadas, como es la construcción de un embalse.

“Podemos regular el agua que baja de la cordillera, administrar el reparto de una mejor forma y beneficiar siempre el consumo humano, que para nosotros ha sido prioritario; pero, en ese esquema, se necesitan las obras y como no las tenemos para conducir el agua no existe ninguna posibilidad de mejorar la situación de la gente que está sufriendo más”, manifestó.

“ME DA VERGÜENZA Y ME DUELE EL ALMA”

Dijo ver con preocupación y mucho dolor lo que se está viviendo en muchos lugares y en casas por los problemas que se están presentando con los sistemas de Agua Potable Rural (APR), lo que está afectando directamente a las familias.

“Cuando uno ve los volúmenes de agua que están involucrados y me dicen que son del orden de 260 litros por segundo el consumo total de todos los APR de las provincias de Los Andes y San Felipe, me da vergüenza y me duele el alma que estén pasando problemas esas personas, porque todos los fines de semana cuando el agua va hacia Quillota se han perdido 672 litros por segundo en promedio, por infiltración”.

Agregó que hay un proyecto que ahorra dicha infiltración, que es la bocatoma unificada, sin embargo, “fue rechazado en diciembre una vez más, después que había sido licitado, entonces al final no hay una voluntad de solucionar los problemas de fondo”.

También señaló que Codelco cuenta con los recursos para evaluar el proyecto de embalse cabecera, “sobre lo cual hemos hecho todo lo posible. Por ello, Crasemann aseveró que “lo que hay que hacer este año es apretarnos los dientes porque no están las soluciones, ya que para la región no existimos”, sentenció.

APOYO DE LA COMISIÓN NACIONAL DE RIEGO

No obstante, reconoció y agradeció todo el apoyo que se ha recibido del gobierno central a través de la Comisión Nacional de Riego y del encargado regional, “con lo que hemos logrado sacar adelante, por ejemplo, nuestro proyecto de compuertas automatizadas financiadas con bonos, pero de la región no hemos conseguido absolutamente ningún respaldo”.

AUSENCIA DE MINISTROS

Es más, criticó que secretarios de Estado no lleguen a la provincia de Los Andes para imponerse en terreno y escuchar de los sectores involucrados como de quienes se están viendo perjudicados del difícil momento por el que se está atravesando.

“Cabe recordar que el ministro de Agricultura iba a venir a entregar los bonos por las compuertas automatizadas, pero se fue para Quillota; y el ministro de Obras Públicas también va a Quillota o llega hasta Panquehue, pero a Los Andes no viene”.

El presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del río Aconcagua aseveró que desde el presente mes la situación “se irá poniendo mucho más crítica. Creo que la gente de agricultura que perdió sus cultivos ya tiene hecha esa pérdida, pero los que pasamos debiésemos ‘seguir flotando’, por decirlo de alguna manera”, indicó.