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INTERVENCIÓN PARCIAL Y DEVASTADORA PARA 30 MIL FAMILIAS DEL VALLDE ACONCAGUA

En junio de 2022, la DGA empezó a intervenir la cuenca del Aconcagua, aplicando la redistribución regulada en el artículo 314 del Código de Aguas. Al hacerlo, aplicando una regla que no se condice ni con la realidad de la cuenca, ni con las exigencias legales, rompió abruptamente el equilibrio existente en la cuenca: la DGA tomó como única fuente disponible el río Aconcagua, y dividió el agua pasante por los derechos constituidos en la cuenca reconociéndole 39,4 mt3 a la segunda sección (y 25,4 m3 a la primera y 22,9 mt3 a la tercera). La fórmula le asignó a la segunda sección el 44% del agua disponible en una fuente sobre la que casi no había constituido derechos. Recordemos que los derechos superficiales de la segunda sección se habían constituido casi exclusivamente sobre otras fuentes. La tercera sección se quedaba con un 25% del agua del Río Aconcagua, aumentando el porcentaje histórico que recibían. Recordemos que la tercera sección tiene más de 3.500 pozos. La primera sección, en cambio, se quedaba con un 28% del agua disponible en el río Aconcagua, siendo que no tiene ninguna otra fuente disponible para extraer agua (no hay otros esteros, ni afloramientos, y el agua subterránea es virtualmente inalcanzable para los pequeños y medianos agricultores). Lo más paradójico de todo, es que en la práctica DGA aplicó solo parcialmente lo instruido por la propia Contraloría, porque en su dictamen ésta también le exigía considerar toda el agua disponible, pero la DGA solo consideró una fuente: el Río Aconcagua, y medida en su cabecera, sin afloramientos del río aguas abajo.

La DGA no incluyó otras fuentes de aguas superficiales, ni tampoco las aguas subterráneas. Resulta que las otras dos secciones se riegan principalmente de otras fuentes, afloramientos y aguas subterráneas. Tan ilógica es la situación, que la DGA reconoce derechos por un total de 91,1 metros cúbicos por segundo, para repartir el agua del río, cuando en su mejor temporada el río tuvo 27 m3 en esta época. Es decir, se aleja absurdamente de la realidad.

LA CABECERA DE ACONCAGUA VIVE LA PEOR TEMPORADA DE RIEGO EN 15 AÑOS

23 de febrero de 2023, Los Andes, San Esteban, Calle Larga, Rinconada, Santa María y San Felipe. Ante nueva resolución de la Dirección General de Aguas y tras 9 meses de aplicarse la actual regla de reparto, la primera sección de la cuenca del Aconcagua ha vivido la peor temporada de riego en 15 años. Debido a esta medida, se ha visto gravemente damnificada, perdiendo sus miles de regantes -en su mayoría usuarios INDAP- gran parte de sus cultivos de porotos, tomates, choclos, sandías, melones, duraznos, uvas, entre otros, el trabajo de todo un año.

 

“En esta zona del Valle de Aconcagua, históricamente y por más de 100 años, hemos vivido, en gran parte, de los cultivos en planos, y hoy, por una nueva regla de reparto -la que consideramos incorrecta en varios aspectos de base- se beneficia a los nuevos cultivos en ladera, privilegiando los derechos de agua de los paltos de Panquehue, mientras acá somos devastados y abandonados” señalan los regantes, cansados y abatidos, tras estos difíciles meses.

 

ERROR DE BASE, INEQUIDAD Y DESPROPORCIÓN DE LA REGLA DE REPARTO

 

  1. En 1985 fue declarada agotada la cabecera de Aconcagua. La regla de reparto no considera el agotamiento de esta fuente ni sección, privilegia los derechos río abajo a costa de una fuente agotada.
  2. Considera el agua de la cabecera como la única de la cuenca. Habiendo otras que originaron a las demás secciones (esteros, río Putaendo, afloramientos, subterráneas…) por lo tanto, correspondería medirlas y sumarlas en el balance y así hacer un correcto reparto. “Chacabuquito no es la única fuente, ni le corresponde cargar con toda la cuenca. El reparto debe hacerse, sí, pero correctamente. Donde todos aporten y la afectación sea equilibrada
  3. Beneficia los cultivos en cerros por sobre los planos. Hay una inequidad en el agua por hectárea: mientras a la primera y tercera sección se les otorga 1,3 l/seg a la segunda se le otorga 2,8 I/seg. Es decir, más del doble.
  4. No se hace cargo de la cantidad de agua que tienen río abajo en su interior (superficial y subterránea) ni de la redistribución de éstas, hay inequidad: Panquehue tiene agua, mientras Catemu y Llay Llay están secos, al igual que la cabecera.

 

“Las injusticias han sido devastadoras, el valle se ha ido secando en estos meses y las pérdidas son insalvables. Y, lo más triste es que se siguen tomando medidas desproporcionadas, con errores de base, en desmedro de miles de familias, sin dimensionar los daños causados. Se necesita redistribuir, pero a partir de una línea base correcta, para que la medida -que debería aminorar la sequía- no la siga aumentando en la primera sección”

 

ACUERDO DE ENTREGA DE AGUA SUPERFICIAL PARA SECCIONES DE ABAJO

Primera sección del río Aconcagua informa:

Entre fines de octubre 2020 y abril 2021, se acordó entre las secciones del río Aconcagua re-distribuir agua superficial de la primera y segunda sección hacia la tercera y cuarta, con el fin de asegurar el consumo humano, a través del llenado de la planta Las Vegas de la sanitaria Esval, donde el Ministerio de Obras Públicas es el garante de este acuerdo.

Para la primera sección, donde el 60% son pequeños agricultores, esto implica un alto costo social y económico, porque éstos deben asumir todo el perjuicio de la operación. Es por ello, que piden a las autoridades que avancen por soluciones más equitativas, pero a su vez que enmienden realmente el problema de fondo de la sequía y trabajen por hacer eficiente a la cuenca del Aconcagua en su totalidad.

“Estamos cansados que nos conviertan en zona de sacrificio. Es fundamental y ya es hora que el Estado invierta en infraestructura hídrica, para que este río pueda subsistir y proyectarse y, para eso, se le entregó al MOP un plan de obras hidráulicas completo, que esperamos puedan gestionar”

Causas de la sequía y desequilibrio de la cuenca 

Por un lado, está la disminución de precipitaciones y nieve; por otro, el aumento de la demanda por mayor población y actividades, a su vez, hubo un aumento de hectáreas de riego, un sobre otorgamiento de derechos de agua, no existiendo disponibilidad hídrica para abastecer éstos y se hizo: sin la inversión necesaria en obras y riego, que aseguraran el equilibrio de esta cuenca.

“Las antiguas zonas de riego no pueden subsidiar eternamente a las nuevas, eso hará que esta cuenca se desequilibre aún más y se seque completamente.  Si realmente se quiere  solucionar, se  debe hacer a través de una planificación y focalización de las inversiones que se necesitan, de cordillera a mar” 

Solución

Para dar seguridad hídrica a lo largo de la cuenca se requiere de embalses medianos: arriba, al medio y abajo, que permitan regular las fluctuaciones naturales del río, para poder gestionar mejor la distribución. Piscinas de infiltración, que permitan la recarga de los acuíferos con lo que se aseguran los afloramientos de las partes más bajas del valle y a la vez constituyen un embalse subterráneo enorme y barato. Para interconectar estos sistemas se requieren canales eficientes de traspasos.

“Las obras hidráulicas mejorarán la conducción, permitirán tener reservorios y evitar tanta pérdida, además de generar nuevas fuentes de agua. Ya que No toda el agua viene de la cordillera”

“Con la sola redistribución de aguas superficiales como es el acuerdo actual – que se lleva realizando por años-… NO se incentivan las inversiones y NO se avanza en ninguna solución definitiva. Si queremos hacer sustentable al río no podemos seguir haciendo siempre lo mismo”